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¡Estamos encantados de ayudarte con tus dudas!

Nosotros siempre te recomendaremos que desarrolles una versión de prueba inicial y la testees en el mercado. Nuestra metodología, de hecho, incluye el versionado o prototipado, donde podrás probar tu producto digital como si ya estuviera terminado.
Crear un prototipo, además de ahorrarte tiempo y costes, te permite implementar mejoras y corregir aquello que está fallando o que no tiene una buena aceptación entre los usuarios. Desde el prototipo se pueden realizar todos los cambios necesarios antes de lanzar el producto final.

Es posible, pero quizás no de la manera que pensabas. La legislación actual no permite patentar ideas, software o programas informáticos. Sin embargo, lo que puedes hacerte es registrar tu marca y proteger tu autoría a través de los derechos de autor.
Es mejor que te informes sobre los aspectos legales relacionados con la protección de tu app antes de tomar ninguna decisión o podrás encontrarte con una réplica idéntica en las app stores.

Lo primero para crear una aplicación es definir una idea. Si tu idea no resuelve ninguna necesidad, será pocos los usuarios que se animen a descargar tu app.
Ponte en el lugar del usuario y piensa: ¿te instalarías la app? Si la respuesta es "no", lo mejor es que no empieces un proyecto que probablemente no tenga éxito y acabes abandonando.

Existen muchos tipos de aplicaciones que podemos clasificar en base a su objetivo, funcionalidades y plataforma de desarrollo.
En este último caso, podríamos decir que los tipos de aplicaciones más comunes son las aplicaciones nativas, con un tipo de desarrollo específico para Android e iOS; aplicaciones híbridas o multiplataforma, cuyo único desarrollo sirve para ambas plataformas y las aplicaciones web, en las que, como su nombre indica, se accede a través de un navegador web.

Aunque creas que prácticamente está todo inventado ya, es posible desarrollar una app a partir de una idea única en el mercado. Tan solo tienes que trabajar en tu creatividad y anotar todas las ideas que te vayan surgiendo. Recuerda que tu idea tiene que satisfacer una necesidad en el mercado.
También analizar lo que ya existe. Una de las maneras más sencillas para encontrar ideas para apps que no se han inventado es buscar en las tiendas de aplicaciones. Así puedes hacernos una idea rápidamente de las tendencias de búsqueda entre los usuarios y mejorar un producto digital que ya se ha creado.

Las aplicaciones que funcionan sin acceso a internet o aplicaciones offline te resultarán muy útiles cuando estás de viaje o cuando no tengas conexión a datos/WiFi.
Por ejemplo, Netflix o Spotify te permiten descargar los contenidos multimedia y consumirlos más tarde sin necesidad de estar conectado a internet.
 Todas estas aplicaciones se deben programar previamente para ser usadas sin conexión.

Esto dependerá del tipo de negocio que tengas. Las aplicaciones móviles brindan a las empresas una nueva forma de interactuar con sus usuarios a través de un canal fácilmente accesible. Sin embargo, no siempre son necesarias ni compensa la inversión. Piensa que tu app tiene que resolver una necesidad, y si no lo hace, es mejor que no la tengas.
Por ejemplo, un restaurante que quiere crear una app simplemente para que los usuarios consulten la carta o realicen una reserva no es lo recomendado. Para ello, bastará con desarrollar una página web.

Existen muchos tipos de aplicaciones y no todas encajarán en tu modelo de negocio. Podemos diferenciarlas según el público al que nos dirigimos (b2b, b2c, c2c...), su plataforma de desarrollo (nativa, híbrida, web) y, finalmente, el objetivo que queremos alcanzar (m-commerce, herramienta de gestión, corporativa...).
Antes de empezar a desarrollar una app para tu negocio, piensa en tus necesidades como empresa. Recuerda que el gasto de lanzar una app al mercado no se limita estrictamente a su desarrollo, sino que tendrás que asumir ciertos costes de mantenimiento y promoción.

El sector del e-commerce se ha disparado durante los últimos años, incluidas las compras por internet desde aplicaciones móviles.
 Una aplicación de comercio electrónico también fortalece el compromiso con tus clientes, mejora la experiencia de usuario y te permite adaptar tus estrategias comerciales a las necesidades de los clientes gracias al análisis del rendimiento.

El precio de desarrollar una aplicación varía en función de muchos factores. Por ejemplo, no es lo mismo crear una app nativa que una app híbrida, ya que en el primer caso tendremos que desarrollarla por separado para cada sistema (Android e iOS) y en el segundo caso el mismo desarrollo nos servirá para ambos.
Otro factor que influye en el precio es la cantidad de funcionalidades que integres en tu aplicación. Si quieres un producto con miles de características y funciones, tendremos que dedicar mucho más tiempo que si quieres una aplicación que tenga 1 o 2 funcionalidades básicas.

Existen estrategias de mobile marketing directamente pensadas para posicionar tu app en los principales market de Google Play y App Store. Es lo que llamamos App Store Optimization o ASO, y consiste en emplear una serie de técnicas que te ayudarán a que tu app sea más visible.
También podemos trabajar el posicionamiento a nivel SEO con estrategias de App Indexing, que consiste en ligar el contenido de la aplicación a los resultados de búsqueda orgánicos de Google.

El mobile marketing es la rama que se encarga de promocionar tu producto antes, durante y después de su lanzamiento.
Definimos diferentes acciones para cada etapa, centrándonos siempre en las conversiones y en un embudo de venta. Puedes promocionar tu aplicación de muchas formas: realiza campañas de publicidad en redes, lanza una página de destino, crea videos de demostración… las posibilidades son casi infinitas pero la cantidad de acciones que realices también dependerá de tu presupuesto.
Una gran parte del presupuesto de creación de una app debe ir destinada a su promoción y difusión. De nada sirve que inviertas miles de euros en desarrollar tu producto si después nadie lo conoce y no recibe descargas.

Puedes monetizar tu aplicación y generar ingresos con ella, solamente tienes que escoger el modelo de negocio adecuado. Hoy en día existen muchas formas de ganar dinero con una aplicación: insertar anuncios, limitando el número de funcionalidades gratuitas, haciéndola de pago (pago por descarga), a través de las suscripciones, etc.
También puedes ganar dinero con tu aplicación si, una vez lanzada, la vendes a un tercero. Esto te generará ingresos de una manera rápida y recuperarás la inversión de manera inmediata. Tú decides qué hacer con ella una vez esté en el mercado.

Puedes conseguir financiación tanto pública como privada para tu aplicación:
Si eliges la primera opción, puedes crear una campaña de crowdfunding, pedirle dinero prestado a familiares o amigos, ponerte en manos de un ángel de la guarda (business ángels) o directamente solicitar un crédito en el banco.
Si optas por financiar tu app con ayudas y subvenciones públicas, elige aquella que mejor se adapte a tu modelo de negocio. Si tu app incluye algún elemento innovador, siempre tendrás más posibilidades de participar en estas convocatorias tanto estatales como regionales.

Para publicar una aplicación en el Play Store de Google primero tienes que crearte un perfil de desarrollador. Después, tienes que abonar una tarifa única 25$, es la tasa que cobra Google por darte de alta como desarrollador de aplicaciones y poder publicarlas en su tienda.
Por cada aplicación adicional que quieras publicar en Play Store deberás realizará un nuevo pago único de 25$.