Cómo hacer que mi app cumpla con las regulaciones de privacidad en España
Lanzar una app sin tener en cuenta las regulaciones de privacidad es jugar a la ruleta rusa, con todas las camaras cargadas, es una demanda segura.
Te va a caer una multa que te deje sin ganas de volver a programar en tu vida.
La cosa va en serio. Desde que el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) entró en vigor, y con la LOPDGDD complementando a nivel nacional.
Las reglas del juego están claras: si recoges datos personales, debes protegerlos como si fueran secretos del Estado.
Y no, no basta con poner un botón de "Aceptar".
El usuario tiene derecho a saber qué datos le coges, para qué los usas, con quién los compartes y durante cuánto tiempo los guardas. Si te lo saltas, las sanciones pueden llegar a cientos de miles de euros. Literalmente.
Pero más allá de las multas, hay algo más importante: la confianza del usuario.
Una app que deja claro desde el primer momento cómo gestiona los datos transmite profesionalidad. Si eres transparente, es más probable que el usuario confíe en ti, use tu app, y la recomiende.
Qué leyes afectan a tu aplicación: RGPD, LOPDGDD y más
En España hay dos grandes bloques normativos que afectan directamente al desarrollo de apps móviles:
-
El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos): esta normativa europea obliga a todas las empresas (grandes o pequeñas, europeas o extranjeras) a seguir unas reglas claras si tratan datos personales de usuarios en Europa.
-
La LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales): es la adaptación del RGPD al marco legal español, y añade algunos matices y obligaciones extra. Aquí se habla de cosas como el derecho a la desconexión digital o el uso de datos en el ámbito laboral, por ejemplo.
Si tu app recolecta cualquier dato que pueda identificar a una persona —nombre, email, ubicación, incluso la IP o el ID del móvil— estás bajo el paraguas de estas leyes.
Sí, incluso si solo usas Google Analytics o Firebase.
Además, si tienes una app publicada en marketplaces como Google Play o App Store, ya te habrás dado cuenta de que ellos también te piden cumplir con estas normativas si quieres seguir en su tienda.
Qué debe incluir tu app para cumplir con la normativa (checklist sencilla)
Aquí va la lista de oro que toda app debería cumplir para estar dentro del marco legal:
✅ Política de privacidad visible y accesible desde la app.
✅ Consentimiento expreso para recoger datos personales.
✅ Información clara sobre qué datos se recogen y con qué fin.
✅ Posibilidad de retirar el consentimiento en cualquier momento.
✅ Protección técnica de los datos: cifrado, acceso limitado, etc.
✅ Contratos adecuados si usas servicios de terceros.
✅ Registro de actividades de tratamiento (si procede).
✅ Cumplimiento del principio de minimización de datos (no recojas más de los necesarios).
La clave está en dejar todo clarito.
Si el usuario sabe lo que haces y te da permiso explícito, vas por buen camino. Si además minimizas el uso de datos y los proteges bien, mejor que mejor.
Política de privacidad: lo que no puede faltar (ni por error)
Esto es el corazón legal de tu app. La política de privacidad no puede ser una plantilla genérica que copiaste de internet.
Tiene que estar adaptada a tu aplicación concreta, y debe explicar cosas como:
-
Qué datos recoges (nombre, email, localización…)
-
Para qué los usas (registro, análisis, marketing…)
-
Cuánto tiempo los guardas
-
Con quién los compartes (proveedores, servidores, terceros…)
-
Qué derechos tiene el usuario y cómo ejercerlos
El mejor consejo que podemos darte es contactar con nosotros para diseñar e implementar los requisitos de la protección de datos, hemos participado y seguimos activos con cientos de proyectos y hemos generado políticas personalizadas para muchas webs, apps y negocios.
Gestión del consentimiento: cómo no cagarla desde el principio
Este es el típico punto donde la mayoría la lía. ¿Por qué? Porque piensan que basta con poner un pop-up que diga "Aceptas nuestra política de privacidad". ERROR.
El RGPD exige que el consentimiento sea:
-
Libre: no puede estar forzado (nada de “si no aceptas, no puedes usar la app” si no es estrictamente necesario).
-
Específico: debe estar claro para qué se pide (no puedes agrupar finalidades).
-
Informado: el usuario debe saber qué implica aceptar.
-
Inequívoco: tiene que quedar claro que lo ha aceptado, no vale el silencio.
En la práctica, esto significa que tienes que mostrar un aviso claro al inicio de la app, y permitir al usuario elegir qué acepta y qué no.
Y muy importante: guardar ese consentimiento como prueba.
Hay librerías que te ayudan con esto, como Consent SDK de Google, o incluso soluciones externas como Cookiebot o Osano.
Cookies y rastreadores: el elefante en la habitación
Vale, puede que tu app no tenga cookies porque no es un navegador, pero ¿usas Firebase, Analytics, Mixpanel o algún otro sistema de seguimiento? Entonces sí, tienes un “elefante”.
Estos sistemas suelen enviar datos a servidores externos, lo que significa que estás compartiendo datos personales con terceros.
Y eso, según el RGPD, solo puedes hacerlo con consentimiento explícito del usuario.
Lo correcto sería:
-
Informar de qué herramientas usas y qué datos recogen
-
Solicitar consentimiento ANTES de activar esas herramientas
-
Permitir desactivar el seguimiento
Además, si usas SDKs de publicidad o de redes sociales, debes ser aún más cuidadoso. La AEPD ha sido especialmente estricta con esto. Si no quieres líos, tenlo bien documentado y controlado.
Consejos prácticos para adaptar tu app sin morir en el intento
Te doy algunos consejos que me han funcionado de verdad:
-
Hazlo todo desde el principio. No lo dejes para después de subir la app a la store, te va a doler más tarde.
-
Utiliza plantillas o generadores si vas justo de tiempo, pero revísalos bien y personalízalos.
-
Ten siempre un botón visible dentro de la app para acceder a la política de privacidad.
-
No recojas datos que no necesitas. Si solo necesitas el correo, no pidas el nombre, teléfono y dirección.
-
Si usas herramientas externas, revisa sus políticas y asegúrate de que tienen contrato de tratamiento de datos.
-
Haz pruebas con usuarios. Que te digan si entienden el aviso de privacidad. Si no lo entienden, cámbialo.
Acude a profesionales, en Tangram Consulting nos encargamos de implementar todo.
Errores típicos que te pueden meter en un lío legal
Estos son los clásicos que sigo viendo en muchas apps (y que tú deberías evitar):
-
Copiar la política de privacidad de otra app (ni se te ocurra).
-
No poner nada hasta que alguien se queje.
-
Usar servicios como Firebase sin avisar de que se mandan datos fuera de la UE.
-
Pedir acceso a ubicación o contactos sin justificarlo.
-
No permitir al usuario borrar sus datos.
-
No tener forma de probar que el usuario dio su consentimiento.
Créeme, corregir estos errores cuesta mucho más una vez que te llega una inspección de la AEPD o una queja de usuario. Hazlo bien desde el principio y dormirás mejor.
¿Y si usas servicios de terceros? Lo que debes revisar sí o sí
Aquí viene otra parte crítica. Si tu app usa APIs o SDKs de otros proveedores (como Stripe, Google, Meta, AWS…), tienes que asegurarte de que:
-
Esos servicios cumplen con el RGPD.
-
Tienes un contrato de tratamiento de datos con ellos (DPA) Informas al usuario de su uso.
-
No transfieren datos fuera de la UE sin garantías adecuadas.
Esto puede parecer mucho lío, pero muchos de estos servicios ya están adaptados al RGPD y tienen documentación clara. Solo asegúrate de leerla y configurarlo bien en tu app.