Como hacer un diseño web que combine con mi imagen de marca, paso a paso
Crear una página web puede parecer sencillo hoy en día con tantas herramientas a nuestra disposición, pero lograr que esa web represente fielmente tu imagen de marca... esa ya es otra historia.
He pasado por ese proceso, y te puedo decir que si tu web no transmite exactamente lo que quieres que los demás perciban de tu negocio, estás perdiendo oportunidades.
Así que hoy te traigo una guía paso a paso, sin rodeos y desde la experiencia, para que tu diseño web esté 100% alineado con tu marca.
Paso 1: Define tu identidad de marca
Antes de meterte con logos, menús o plantillas, lo primero es tener muy claro quién eres como marca.
Esto no es solo para grandes empresas; si tienes un proyecto personal, una tienda online o estás arrancando tu negocio, necesitas saber qué valores defiendes, cuál es tu propósito y qué quieres transmitir.
Yo empecé sin tener esto claro, y cometí el error de cambiar el diseño tres veces porque nada me terminaba de cuadrar.
Fue cuando definí bien mi propuesta de valor, los colores con los que me sentía identificado y el tipo de lenguaje que usaba mi audiencia, que todo empezó a tener sentido.
Aquí van algunas preguntas clave:
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¿Qué quieres que los demás sientan al entrar en tu web?
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¿Qué palabras usarías para describir tu marca?
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¿Tienes un tono formal, cercano, técnico, emocional?
Haz este ejercicio antes de tocar una sola línea de código o una plantilla. Te lo ahorrarás luego en ajustes.
Paso 2: Crea una guía de estilo visual
La coherencia visual es clave. Una marca que utiliza diferentes tonos de azul, cambia de tipografía en cada página y sube imágenes sin ningún tipo de criterio transmite desorden, y eso genera desconfianza.
Tu guía visual debería incluir al menos:
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Colores corporativos: máximo 3 principales y algunos secundarios.
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Tipografías: una para títulos, otra para cuerpo. Que sean legibles, por favor.
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Logotipo: en sus diferentes versiones (horizontal, vertical, con fondo, sin fondo).
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Iconografía y estilo de imágenes: mejor si usas un mismo estilo de ilustraciones o fotos.
En mi caso, creé un documento en Canva donde puse todo esto. Cuando encargué el diseño a profesionales, les pasé esa guía y fue mano de santo. En especial cuando trabajas con equipos o freelancers, tener esto claro ahorra mucho tiempo y malentendidos.
Paso 3: Planifica la estructura de tu sitio web
Una web no empieza con el diseño, empieza con el contenido. ¿Qué páginas vas a tener? ¿Qué información es esencial para tus usuarios? ¿Qué acciones quieres que realicen?
No importa si usas WordPress, Wix o contratas un diseñador; tienes que decidir qué secciones tendrá tu web:
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Home (o Inicio)
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Quién soy / Sobre mí / Nosotros
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Servicios o Productos
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Portfolio o Casos de éxito
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Blog o Noticias
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Contacto
A partir de ahí, organiza la navegación de forma intuitiva. Pon lo más importante al principio y no escondas la información clave. Recuerda: lo que no se encuentra, no existe.
Paso 4: Diseña una experiencia de usuario coherente
La experiencia de usuario (UX) es como el servicio al cliente, pero online. Y créeme, cuando alguien entra en una web mal diseñada, se nota.
¿Qué debes tener en cuenta?
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Diseño responsive: tu web debe verse bien en móviles, tablets y ordenadores. No es opcional.
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Velocidad de carga: si tu web tarda más de 3 segundos en cargar, estás perdiendo visitas.
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Accesibilidad: textos legibles, botones grandes, navegación clara.
Yo descubrí que muchos de mis usuarios navegaban desde el móvil, y mi web anterior no estaba adaptada. Perdía contactos simplemente porque el formulario no cargaba bien en algunos dispositivos. Cuando lo arreglé, noté el cambio al instante.
Por cierto, si necesitas una buena agencia que pueda ayudarte con esto, echa un vistazo a tangramconsulting.es. Tienen experiencia en adaptar el diseño a cada cliente y entienden la importancia de alinear lo visual con la estrategia de marca.
Paso 5: Integra contenido que refleje tu marca
El diseño no es solo lo visual. Tu contenido también debe reflejar tu esencia:
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Usa tu tono de voz: si eres cercano, escribe como hablas. Si eres formal, mantén la coherencia.
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Cuida los textos: evita frases genéricas tipo “líderes en el sector”. Di algo real, que te diferencie.
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Elige imágenes que conecten con tu audiencia. Nada de fotos de stock que no tienen nada que ver contigo.
Cuando trabajé en los textos de mi web, me aseguré de contar mi historia, hablar desde mi experiencia, e incluir llamadas a la acción claras. No necesitas inventarte un discurso de premio Nobel; solo tienes que ser tú.
Paso 6: Herramientas recomendadas para el diseño web
No necesitas ser programador para tener una web decente. Hoy hay herramientas accesibles para cualquiera:
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WordPress: súper flexible, ideal si planeas crecer.
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Wix o Squarespace: fácil de usar, perfecto para empezar rápido.
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Canva o Figma: para crear elementos visuales con coherencia.
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Unsplash o Pexels: bancos de imágenes gratuitas de buena calidad.
Dicho esto, una cosa es montar una web tú mismo y otra es crear una web que realmente refleje profesionalismo. Si buscas un diseño web que esté a la altura de tu marca, lo mejor es contar con profesionales.
Paso 7: La importancia de contratar profesionales
Hay momentos en los que hacer todo por tu cuenta no es rentable. Y el diseño web es uno de esos. Si quieres transmitir confianza, diferenciarte de la competencia y vender más, necesitas una web profesional.
Por eso, recomiendo que eches un vistazo a Factoria de Arte. Ofrecen servicios de diseño web personalizado que se adaptan a tu negocio, tu sector y tus objetivos.
Además, en su blog puedes encontrar artículos muy útiles como:
Hace poco recomendamos a un cliente, Fondena, en poco tiempo luego del trabajo de Factoria de Arte y Diseño, subieron las visitas, mejoró el tiempo de permanencia en la página y aumentaron las conversiones. Merece la pena la inversión.
Conclusión
Hacer un diseño web que combine con tu imagen de marca no es simplemente elegir una plantilla bonita. Es entender quién eres, definir cómo quieres comunicarlo y construir un sitio que transmita exactamente eso. No necesitas fórmulas mágicas ni frases hechas, solo sentido común, coherencia y, cuando sea necesario, la ayuda de profesionales.
Ahora que ya sabes los pasos, solo queda aplicarlo. No lo dejes para después. Tu web es tu escaparate y puede ser tu mejor vendedor... o el peor, si no lo haces bien.
¿Estás listo para dar el siguiente paso?