¿Qué es la ciberseguridad y cómo proteger mi web o app?
¿Tienes una web o app en producción? Entonces necesitas más que un diseño bonito y funcionalidades molonas. Necesitas seguridad real.
En Tangram, no solo desarrollamos sitios web y aplicaciones; los blindamos desde la raíz.
Porque de poco sirve tener la mejor tienda online si en dos clics alguien te la hackea. ¿Te suena exagerado?
A mí también me lo parecía… hasta que vi cómo una simple web corporativa fue redirigida a una web porno por un agujero de seguridad básico.
Este artículo no es otro post más sobre "protégete en internet".
Aquí te explico, con lenguaje claro, qué es la ciberseguridad y cómo proteger tu web o app de verdad.
Basado en fallos que cometí yo mismo, herramientas que uso en mis proyectos, y soluciones que implementamos cada día para nuestros clientes.
Porque si vas a invertir en desarrollo digital, hazlo con cabeza. No pongas la puerta del castillo y te olvides de la cerradura.
¿Qué es realmente la ciberseguridad?
La ciberseguridad es el conjunto de prácticas, tecnologías y procesos diseñados para proteger tus sistemas digitales frente a ataques, daños o accesos no autorizados.
Así de simple. Es como tener una puerta blindada, cámaras, y un sistema de alarma, pero en versión digital.
No se trata solo de antivirus y firewalls. También hablamos de cómo almacenas contraseñas, cómo manejas formularios, cómo proteges los datos que viajan entre el navegador y tu servidor. Es un enfoque integral.
Las grandes como Amazon Web Services (AWS) la definen como la práctica de “proteger sistemas, redes y programas de ataques digitales”.
Y lo hacen por algo: los riesgos son reales. Desde phishing, pasando por ransomware, hasta ingeniería social, los métodos son cada vez más sofisticados.
Así que si alguna vez te has preguntado “¿realmente necesito pensar en esto si solo tengo una web corporativa?”, la respuesta es un rotundo sí.
Principales amenazas a webs y apps hoy en día
Existen cientos de formas en que un atacante puede intentar comprometer tu sitio, pero aquí vamos a centrarnos en las más comunes y peligrosas:
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Inyección SQL: permite al atacante manipular tu base de datos.
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XSS (Cross Site Scripting): inyecta scripts maliciosos en tu web.
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Phishing: roba credenciales a través de interfaces falsas.
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Fuerza bruta: adivina contraseñas mediante repetición.
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Exposición de APIs inseguras: filtraciones por endpoints mal protegidos.
Yo mismo sufrí dos de estos ataques. Primero, una inyección SQL que dejó expuesta la base de datos de usuarios (sí, sin cifrado en ese momento).
Después, un ataque XSS a través de un formulario de comentarios, donde se inyectó un script que robaba sesiones.
Todo eso porque no había hecho algo tan básico como validar y filtrar los datos de entrada. Desde entonces, entendí que cada campo de formulario es una puerta potencial para un atacante.
Inyección SQL: el truco más viejo y efectivo
Uno de los peligros más habituales es la inyección SQL, donde los atacantes manipulan las bases de datos.
Esto podría traducirse como alguien tratando de abrir puertas secretas dentro de tu castillo. ¿Cómo evitarlo? Asegurándote de validar y filtrar la entrada de datos.
Por ejemplo: si tienes un formulario de login y alguien mete en el campo de usuario algo como or 1 = 1
, sin validación, puede que tu sistema lo acepte como válido. ¡Y ya está dentro!
Para evitarlo, usa consultas preparadas (prepared statements
). Esto trata los datos del usuario como lo que son: datos, no código SQL. En PHP, por ejemplo, se hace con prepare()
y bind_param()
.
Esto me pasó con una app que gestionaba registros de eventos.
Un usuario logró ver datos que no debía porque una búsqueda no estaba sanitizada. Desde entonces, TODAS mis consultas van preparadas. Ni una sin filtrar.
XSS: trampas invisibles en tu propio código
El XSS (Cross Site Scripting) es cuando un atacante mete scripts maliciosos en tu web. Lo peor es que no lo notas… hasta que es demasiado tarde.
Si tienes un sistema de comentarios, por ejemplo, y no filtras lo que se publica, un atacante puede meter un <script>
que robe cookies o redireccione al usuario.
Me ocurrió en una landing donde permitíamos reseñas. Un “usuario” publicó un comentario con un script oculto.
Nadie se dio cuenta hasta que un visitante nos escribió diciendo que su navegador le había bloqueado la página por “contenido malicioso”.
Para evitarlo, usa funciones como htmlspecialchars()
en PHP o sus equivalentes en otros lenguajes.
Estas convierten los caracteres especiales en texto plano y evitan que el navegador los ejecute como código. Además, valida en el servidor, no solo en el cliente.
Y muy importante: limita la longitud y los caracteres permitidos. Si no necesitas emojis, ¿por qué permitirlos?
Certificados SSL/TLS: ¿por qué son cruciales?
Una web sin HTTPS es como enviar cartas sin sobre: cualquiera puede leerlas por el camino. Los certificados SSL/TLS cifran la comunicación entre tu navegador y el servidor. ¿Resultado? Datos protegidos de miradas ajenas.
Recuerdo una vez que alguien interceptó formularios de contacto porque la web no tenía SSL.
Pensé que no era necesario porque “no era una tienda online”. Craso error. Los datos iban en texto plano y se podían leer con una simple captura de tráfico.
Instalar un certificado SSL hoy es gratis con servicios como Let's Encrypt, y obligatorio si usas WordPress, tiendas o cualquier tipo de login. Además, Google te penaliza en SEO si no tienes HTTPS.
Piénsalo: ¿entrarías a una web que tu navegador te marca como “no segura”? Tus usuarios tampoco.
Herramientas para escanear vulnerabilidades
Así como tienes alarmas y cerraduras en casa, también necesitas vigilancia en tu web. Existen herramientas que revisan tu sitio como si fueran hackers, buscando fallos antes que ellos los encuentren:
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Invicti: escanea y reporta fallos como XSS e inyecciones SQL.
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ZAP: herramienta de código abierto ideal para pruebas manuales y automáticas.
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Acunetix: escaneo profundo con informes detallados.
Yo utilizo una combinación de ZAP y una revisión manual mensual. Y cada vez que hago cambios grandes, paso un escaneo completo.
También hay opciones simples como el detector de malware de Dinahosting, si usas ese proveedor. Pero si tienes una web seria, haz escaneos regulares y documenta todo.
Buenas prácticas para blindar tu sitio web
Aquí van las que aplico siempre, sin excusas:
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Actualiza plugins, temas y CMS constantemente
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Elimina lo que no uses: plugins inactivos también son puertas de entrada
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Usa contraseñas fuertes y doble autenticación
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Controla los permisos de los usuarios
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Revisa los logs del servidor regularmente
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Desactiva funciones innecesarias (por ejemplo,
eval()
en PHP)
Y si gestionas apps móviles, aplica lo mismo al backend y la API. He visto apps que enviaban datos en texto plano o tenían endpoints abiertos sin autenticación. Un desastre.
Además, trabajar con profesionales de ciberseguridad puede marcar la diferencia.
En mi caso, contacté con Tangram Consulting cuando ya había sufrido dos incidentes.
Me ayudaron a auditar todo, implementar buenas prácticas y establecer un plan de acción. Si quieres dormir tranquilo, externalizar parte de esta seguridad es una inversión más que rentable.
Mejor prevenir que lamentar (y a quién acudir)
Proteger tu web o app no es complicado, pero sí requiere compromiso.
Basta con tener las herramientas adecuadas, aplicar buenas prácticas y hacer revisiones periódicas. Porque recuerda: no necesitas ser famoso para ser atacado, solo estar online.
Desde protegerte contra inyecciones SQL y ataques XSS, hasta cifrar tu tráfico y escanear tu sitio, cada acción cuenta.
Y si sientes que no puedes con todo, busca ayuda profesional. Tangram Consulting, por ejemplo, ofrece soluciones personalizadas que te pueden ahorrar muchos disgustos (lo digo por experiencia).
Así que ahora que ya sabes qué es la ciberseguridad y cómo proteger tu web o app, ¿qué vas a hacer hoy para estar más seguro?