Todo lo que necesitas saber sobre el mantenimiento de apps
El mantenimiento de una app no es una opción, es una necesidad.
Y lo digo desde la experiencia: da igual si tienes una aplicación pequeña para un equipo interno o un monstruo con miles de usuarios, si no la mantienes, se muere. Punto.
Mucha gente piensa que una app se termina cuando se lanza, cuando aparece en la tienda. Error.
Ahí es donde empieza todo. El mantenimiento es lo que asegura que tu app siga funcionando, siga cumpliendo objetivos y no se convierta en un desastre lleno de errores, incompatibilidades y frustración para el usuario.
Por “mantenimiento” no hablamos solo de arreglar bugs (aunque eso también). Hablamos de:
-
Ajustar la app a nuevas versiones del sistema operativo.
-
Añadir pequeñas mejoras que los usuarios van pidiendo.
-
Optimizar el rendimiento y eliminar cargas innecesarias.
-
Corregir vulnerabilidades de seguridad que aparecen cada mes.
En nuestro caso, por ejemplo, desarrollamos sistemas de control de mantenimiento preventivo y correctivo en Excel y Power BI.
Parece algo sencillo, pero si no mantenemos esas hojas actualizadas, con fórmulas optimizadas, alertas activadas y dashboards operativos, el sistema deja de aportar valor y se vuelve solo un archivo bonito más.
Con las apps pasa igual. Si no haces un seguimiento, si no defines qué vas a revisar, cada cuánto y con qué prioridad, acabas con una aplicación rota, costosa y, lo peor, irrelevante para tu usuario.
Tipos de mantenimiento de aplicaciones que deberías conocer
Para hablar con propiedad, hay que entender que el mantenimiento de una app se divide en varias categorías. Cada una tiene su función, su momento y su coste. Aquí te explico las principales (sin rollos técnicos innecesarios):
1. Mantenimiento Correctivo
Es el más evidente: arreglar lo que falla. Si algo deja de funcionar, lo corriges. Pero ojo, aquí no se trata de esperar a que el usuario se queje. Lo ideal es tener un sistema de alertas y logs que te avise antes de que el fallo afecte al cliente.
Nosotros, por ejemplo, usamos semáforos en Power BI para ver qué servicios están vencidos, qué alertas están disparadas, y actuar antes del desastre.
2. Mantenimiento Preventivo
Este es el que más me gusta porque evita problemas antes de que aparezcan. Implica revisar el código, limpiar archivos temporales, optimizar consultas, actualizar librerías… En resumen, hacer que todo siga funcionando sin fallos.
Nosotros tenemos esto sistematizado: definimos servicios cíclicos que se controlan por horas, días o kilometraje. Eso mismo se puede trasladar a una app con tareas programadas: ¿Cuándo fue la última limpieza de base de datos?, ¿hay endpoints sin uso que deberías eliminar?, etc.
3. Mantenimiento Evolutivo
Las apps no son estáticas. Tu negocio cambia, tus usuarios cambian, y la app tiene que evolucionar.
Aquí hablamos de añadir nuevas funciones, mejorar la UX, adaptarse a nuevas integraciones. Esto requiere visión y planificación. Lo mismo que hacemos cuando preparamos nuestros mantenimientos proyectados para los próximos 12 meses.
4. Mantenimiento Perfectivo
Este es más estético y de rendimiento: mejoras cosas que ya funcionan, pero que pueden funcionar mejor.
No hay errores, pero optimizas. Menos consumo de datos, pantallas más limpias, tiempos de carga más rápidos. Esto marca la diferencia entre una app que simplemente “funciona” y una app que da gusto usar.
Cómo organizamos el mantenimiento técnico de apps (con herramientas reales)
Una de las grandes ventajas de haber desarrollado nuestros propios sistemas de mantenimiento en Excel y Power BI es que sabemos lo que duele cuando no hay control.
Te explico cómo lo hacemos, para que veas cómo se puede aplicar a cualquier app, incluso las móviles:
🎯 Definición de actividades
Todo empieza con un listado claro de actividades a controlar. En nuestro caso, van desde revisión de estructuras hasta mantenimiento de sistemas eléctricos.
En una app sería revisar endpoints API, actualizar dependencias o renovar certificados.
📅 Planificación por ciclos
Cada tarea tiene su ciclo: puede ser diario, semanal, mensual o por uso (como número de usuarios activos o volumen de peticiones).
Asignamos alertas para que salten cuando toca actuar. Y lo hacemos con un Dash que muestra qué está ok, qué está por vencer y qué está pasado.
📊 Medición de precisión y cumplimiento
Medimos el grado de cumplimiento de los servicios planificados. ¿Se hizo en tiempo o no? ¿Qué tan tarde se ejecutó? ¿Por qué se retrasó?
Si usas esto en una app, puedes tener KPIs como tiempo medio de respuesta ante bugs, frecuencia de actualizaciones, ratio de incidencias abiertas/cerradas, etc.
🧩 Integración con recursos reales
También registramos qué recursos usamos: personal, componentes, horas hombre, etc.
En una app esto podría ser recursos de servidor, llamadas a terceros, APIs utilizadas. Saber esto te permite ver qué está costando más y si tiene sentido seguir igual.
👉 Si buscas algo más automatizado para apps, hay empresas como Tangram Consulting que pueden ayudarte a implementar esta misma lógica a nivel profesional, con herramientas más potentes y pensadas para escalabilidad.
Claves para un control eficiente: tiempos, recursos y alertas
El control eficiente del mantenimiento técnico de una app se resume en tres cosas:
1. Saber cuándo toca actuar
Nada de esperar a que algo falle. Tener alertas programadas, revisiones cíclicas y recordatorios automáticos.
Nosotros usamos contadores, fechas y valores proyectados. Lo mismo se puede aplicar con herramientas como Firebase, Sentry o Dashboards de monitoreo.
2. Asignar responsables y recursos
Cada tarea debe tener un responsable claro. Nada de “esto lo veremos luego”. ¿Quién actualiza las dependencias? ¿Quién revisa los logs de errores? ¿Quién responde al feedback del usuario?
En nuestro sistema, sabemos qué técnico ha hecho cada tarea y cuánto tiempo le ha llevado.
Puedes hacer lo mismo en una app con tickets, commits, changelogs.
3. Medir y analizar
¿Cumples lo planificado? ¿Te pasas de fechas? ¿Hay tareas que siempre se atrasan? Esto lo puedes medir con Power BI, con Grafana o incluso con una hoja de cálculo bien estructurada.
Nosotros usamos indicadores como el cumplimiento del 90% de los servicios proyectados, alertas de precisión fuera de rango, y análisis de fallas por sistema.
En una app podrías usar métricas como tiempo medio de resolución, errores por versión o tiempo entre despliegues.
¿Cuánto cuesta mantener una app? Costes reales y proyectados
Aquí viene la gran pregunta. ¿Cuánto cuesta mantener una app? Y la respuesta es: depende. Pero te doy cifras orientativas:
-
Mantenimiento básico (pequeñas actualizaciones, corrección de errores menores): entre 100 y 500 €/mes.
-
Mantenimiento medio (actualizaciones regulares, mejoras pequeñas): entre 500 y 1.500 €/mes.
-
Mantenimiento avanzado (evoluciones, soporte 24/7, revisiones de seguridad): desde 2.000 €/mes en adelante.
Nosotros tenemos un sistema de proyección mensual de mantenimiento donde, por ejemplo, en septiembre sabíamos que el gasto sería de 17.720 dólares por repuestos y servicios en equipos.
Lo mismo puedes hacer con tu app: proyectar qué funcionalidades se actualizarán cada mes, qué revisiones de seguridad hay previstas, etc.
Tener este control te permite negociar mejor con proveedores, planificar presupuesto, y evitar sustos.
No hay nada peor que tener que hacer una actualización crítica y no tener presupuesto previsto.
Errores frecuentes que veo en equipos sin mantenimiento estructurado
Hay errores que se repiten una y otra vez. Los he visto tanto en mantenimiento de equipos físicos como en apps:
-
No documentar lo que se hace: nadie sabe qué se tocó, por qué o cuándo, necesitas documentar para crear una app con garantías de éxito.
-
No priorizar tareas: todo es urgente... o nada lo es.
-
No medir el cumplimiento: se planean cosas que nunca se ejecutan.
-
No asignar responsables: y al final nadie se hace cargo.
-
No tener alertas ni proyecciones: lo que no se mide, se ignora.
En nuestro caso, hemos visto cómo simplemente tener un semáforo de alertas en Power BI cambia todo.
Ver en rojo lo que está vencido, en ámbar lo que está por vencer, y en verde lo que está al día... activa la acción inmediata. Haz lo mismo con tu app y verás resultados.
Cómo mantener tu app viva y rentable
Si te quedas con algo de todo este artículo, que sea esto:
-
El mantenimiento no es gasto, es inversión.
-
Define tareas claras, cíclicas, medibles.
-
Usa herramientas, aunque sean sencillas. Excel y Power BI pueden ser más potentes de lo que crees.
-
Registra, mide, proyecta.
-
No trabajes sin alertas ni indicadores.
Y si no sabes por dónde empezar, asesórate. En Tangram Consulting podemos ayudarte a organizar tu mantenimiento sin que te vuelvas loco.
Una app no es un proyecto que se termina.
Es un sistema vivo. Y como cualquier sistema vivo, necesita mantenimiento para no morir. Cuídala como cuidas tu coche, tus servidores o tu equipo técnico.
Porque una app bien mantenida no solo funciona mejor. Vende más, fideliza mejor y te ahorra más problemas de los que imaginas.